Un tema que nos preocupa y, en ocasiones, nos alerta, es la alimentación.
Meriendas, almuerzos, tentenpiés... son momentos del día en que los niños toman cualquier cosa; y cuando decimos cualquier cosa, en realidad, es eso.
Bollería industrial, productos prefabricados, patatas fritas, gusanitos...
Si cuidamos lo que comemos en un desayuno, en una comida o en una cena, ¿por qué no hacerlo en esos pequeños ``breaks´´?
Lo ideal, sería ver en los recreos más frutas, cereales, embutidos o frutos secos. Existen un sinfín de posibilidades donde jugar y crear un buen menú diario para el correcto desarrollo de nuestros hijos.
Como consejo, una buena idea, sería marcar unas pautas semanales para recreos y meriendas, donde aparezcan un mínimo de dos otros días de fruta en combinación con lácteos o frutos secos y así completar los siete días de la semana.
Con esto, no queremos prohibir totalmente la ingesta de dulces o similar... simplemente reducir su consumo.
Nosotros como docentes, no podemos controlar al cien por cien lo que comen nuestros alumnos , pero sí nos vemos en la obligación de aconsejaros y orientaros sobre este tema. Pensad que estamos influyendo en el crecimiento físico, madurativo y mental de unos futuros adultos sanos.
``Somos lo que comemos´´.